Es muy normal que los niños tengan dificultad para centrarse o hacer caso a las normas de los adultos en algún momento. Dependiendo de la edad y de su momento evolutivo, necesitan integrar todo aquello que para ellos es nuevo. Sin embargo, con los años, si estas conductas no desaparecen, es probable que los pequeños padezcan trastorno por déficit de atención e hiperactividad. ¿Cómo saber si un niño tiene TDAH? Pide cita para recibir más información si crees que tu hijo podría padecer esta afección.
¿Qué es el TDAH?
El trastorno por déficit de atención e hiperactividad, más conocido como TDAH, es una afección crónica que, hoy en día, afecta a millones de niños e, incluso, se prolonga hasta la edad adulta. En esta afección se mezclan una serie de problemas como la dificultad para prestar y mantener la atención, hiperactividad y comportamientos o conductas impulsivas. No es lo mismo que el TDA o trastorno de déficit de atención, en esta situación se mantendrían los problemas en la concentración, pero no existirían aquellos que tienen que ver con la actividad excesiva o las actitudes impulsivas.
¿Qué signos me pueden llevar a la alerta como padre, madre o profe? Es importante prestar atención a la conducta de los niños. Como ya se ha adelantado, los niños, por la edad, pueden ser inquietos y tener dificultades para prestar atención, sin embargo, con los años, si estos comportamientos persisten, es probable que se esté ante la presencia del TDAH. Por otra parte, los niños con esta afección suelen tener dificultades en el colegio, como bajo rendimiento; también tienen baja autoestima y sus relaciones con los compañeros y amigos, e incluso, los miembros de la familia, puede ser problemática.
Con la edad, los síntomas disminuyen, pero esto no siempre es así. Algunas personas nunca logran superar los síntomas, pero, con las herramientas que la terapia para el TDA y TDAH proporciona, los niños, adolescentes e incluso, los adultos, pueden aprender estrategias para sobrellevarlo.
¿Cuáles son los síntomas del TDAH?
Un niño con TDAH se caracteriza por tener baja atención y presentar un comportamiento hiperactivo-impulsivo. Los síntomas del TDAH comienzan antes de los 12 años y, en algunos niños, estos empiezan a manifestarse a partir de los tres años. Estos síntomas pueden ser leves, moderados o más severos.
Los principales síntomas asociados al TDAH son:
- Mostrarse muy inquieto o no poder estar tranquilo durante períodos de tiempo prolongados.
- Olvidarse de las cosas o perderlas con frecuencia.
- Hablar mucho.
- Soñar despierto con frecuencia.
- Cometer errores por descuido.
- Tomar riesgos innecesarios.
- Dificultad para esperar su turno.
- Dificultad para socializar con los demás.
- Problemas en las relaciones con otros miembros de la familia, amigos, compañeros del colegio, etcétera.
- Actuar con impulsividad.
Los tipos de TDAH
Los síntomas antes expuestos pueden derivar en tres tipos distintos de presentaciones de TDAH: inatenta, hiperactivo-impulsiva o combinada (una mezcla de las dos anteriores). Como los síntomas pueden variar con el tiempo, el tipo de afección que tienen los niños también.
Inatenta
Los niños presentan dificultades para organizarse o concluir tareas; tampoco son capaces de prestar atención en los detalles, seguir indicaciones o conversaciones. Estos niños se distraen fácilmente y olvidan algunos detalles de sus tareas cotidianas como lo que han comido o hecho durante el día en el colegio.
Hiperactivo-impulsiva
Los niños son incapaces de estarse quietos durante períodos prolongados de tiempo y tienden a hablar mucho. En el caso de los niños más pequeños, estos suelen hacer actividades como correr, saltar o trepar de forma constante. Además, actúan de manera muy impulsiva y son incapaces de controlarse, por ejemplo, para respetar turnos a la hora de hablar en el colegio o durante una conversación. Tienden mucho a interrumpir a sus padres e, incluso, a arrebatar cosas. Los niños con un TDAH con tendencia hiperactivo-impulsiva son más propensos a los accidentes y lesiones.
TDAH combinado
Los niños muestran, por igual, síntomas de los dos tipos de TDAH anteriores. Se trata de una mezcla de falta de atención, con hiperactividad, la ejecución de actos impulsivos, dificultad para estarse quietos, etcétera.
Diagnóstico y tratamiento
El diagnóstico para saber si un niño tiene o no TDAH no ocurre sino hasta a partir de los 12 años, aunque, en ocasiones, los niños más pequeños pueden tener algunos de los síntomas principales. En este caso, se presentan problemas considerables en el hogar y el colegio que también se pueden trabajar en terapia, aunque no existe esa etiqueta. De cualquiera de las formas, para hacer una buena evaluación se necesita:
- Recopilación de información médica sobre los niños para descartar que los síntomas se asocien a otro padecimiento.
- Recopilación de la información escolar.
- Entrevistas y cuestionarios a los padres, miembros de la familia y profesores del niño y de actividades extracurriculares.
Es importante destacar que puede resultar difícil saber si un niño muy pequeño y en edad preescolar tiene TDAH. Esto se debe a que puede haber problemas de desarrollo como retrasos de lenguaje; estos problemas pueden confundirse fácilmente con el TDAH.
No existe una cura para el TDAH, sino que se trata de un tratamiento a largo plazo. La terapia a edades tempranas puede acarrear grandes beneficios para el futuro del niño. En la terapia se ofrece un espacio seguro donde el menor puede expresarse con total libertad y seguridad. Se trabaja también con los padres o personas responsables del menor para darles pautas sobre cómo poder ayudarle mejor a tratar los síntomas que le afectan. Además, poco a poco, se le aportará la seguridad que necesita para confiar en sí mismo y centrarse en trabajar problemas conductuales de forma positiva.